jueves, 11 de diciembre de 2014

La justicia política.

El día martes en la primera emisión de noticias mvs de Carmen Aristegui se comentó un tema digno de análisis que me gustaría retomar a continuación. La mención en el programa radiofónico hacía alusión a las fuentes que sirvieron para la construcción del ya famoso reportaje sobre la “casa blanca” de la Primera Dama. En una especie de mesa redonda, se comentó sobré cómo se había hecho la investigación y el proceso en general. Todo lo anterior a propósito de la nota de un columnista del Diario Reforma quién puso en duda el trabajo periodístico al mencionar que las fuentes para la realización del mismo, habían sido obtenidas gracias a Marcelo Ebrard. Lo anterior es lo que da pie al siguiente análisis: Al señalar que un político fue el responsable de proporcionar datos sobre una investigación -que ciertamente ha sido uno de los golpes más duros que ha sopesado la actual administración- dicho trabajo se deslegitima puesto que se le desea asociar a que estaba pensado para perjudicar directamente a las figuras públicas antes mencionadas. Todo esto me lleva a desarrollar esta cuestión: ¿indagar la verdad es un acto que busca perjudicar? Considero que, para la clase política de nuestra nación eso es afirmativo. Pues la información en México no se usa con el afán de informar sino de encontrar situaciones que puedan mermar al adversario político. Sin duda, esto me lleva a preguntar ¿qué pasa cuando pedimos justicia? Pues al parecer pedir justicia también en la actualidad es un acto perverso, desestabilizador y con miras a dar “golpes bajos” al gobierno. Me parece entonces, que para poder exigir justicia debemos de hacer entender que para nosotros ( o por lo menos para mi) lo justo es lo que a cada quién le corresponde según sus actos; recordando a Sócrates lo justo es aquello que deja a los demás en las mismas condiciones, por lo tanto la búsqueda de la justicia no es el afán de beneficio. Retomando el primer punto, ¿Por qué poner en duda el mero afán de preguntar? Pues porque en la política de México asociamos a la pregunta con una incomodidad que debe de ser evitada. Porque desde la clase política se enseña que todo tiene que ser en la obscuridad o bajo el amparo de complicidades. Por ello, la justicia se asocia a la política; a esa discrecionalidad que permite a unos salirse con la suya y a otros ser perjudicados por la tergiversación de las leyes. En conclusión, preguntar por saber es un acto de justicia en sí mismo: pues conocer es el primer acto de verdad que debiese de imperar en los regímenes plurales y democráticos.

jueves, 23 de octubre de 2014

Entre antorchas, silencios y rabia.

Así transcurrió una de las marchas a las que con más impacto he asistido. Los acontecimientos nos dejaron sin palabras, pero no por eso callamos la indignación, el coraje y las ganas de que aparezcan; ante este panorama es inevitable que me salga este pensamiento. ¿Cómo canalizar la rabia? ¿Es posible que el enojo nos cale tan hondo que nos lleve a exigir un mejor país? Ayer y hoy, el pensamiento era el mismo: “Pude haber sido yo” creo que esa es la lección que nos está dejando este negro capítulo: Todos podemos desaparecer si continuamos viviendo dentro de un estado que gobierna a través de la barbarie, la impunidad, el miedo, la corrupción y cuyos representantes se dejan llevar única y exclusivamente por sus intereses. Pero, puedo ser yo quién cambie, quien decida ya no callar jamás, quiénes prometamos no dejar que el nivel de brutalidad nos rebase para actuar. Puedo ser yo, quien haga la diferencia. Fuimos miles los de ayer quiénes con antorchas, silencio y repudio nos levantamos a gritar: ¡Donde están! Sigue en mi mente, cómo canalizar el repudio. Y la constante es organización, civilidad y conciencia. Qué bueno que ayer demostramos que sin importar la clase social, el lugar donde se vive o en donde se estudia; nos causa dolor que este país haya sido entregado sin más a la impunidad. Entre antorchas, silencios y rabia, estamos esperando a que aparezcan vivos. Pero y sino aparecen ¿Qué sigue? Ana Gabriela Rubio Escobar

sábado, 11 de octubre de 2014

Poder y desaparición un texto de Pilar Calveiro: El caso de ayotzinapa

Poder y desaparición un texto de Pilar Calveiro: El caso de ayotzinapa Por Gabriela Rubio Escobar. Ante los brutales hechos de los que hemos sido testigos en estos últimos días, pongo en la mesa un texto titulado Poder y desaparición de Pilar Calveiro que arroja bastantes pistas para poder hablar de lo inverosímil y atroz que está pasando en nuestro país. El poder es la capacidad de hacer que los otros hagan lo que yo quiero. Me parece que dentro del Estado mexicano esa definición se queda corta y partir de ella podemos entender cuál es la lógica con la que se está gobernando en la actualidad. Desaparecer, es la consecuencia de no obedecer. De no alinearse, de cuestionar y de no agacharse. Retomando a Calverio, en su texto que hace referencia al funcionamiento y dinámica de los campos de concentración en Argentina que operaron durante la última dictadura militar (1976-1983), ella habla del momento previo a la instauración del régimen militar y de la fisionomía de las fuerzas armadas que imperó en esa época. “Cuando la disciplina se ha hecho carne se convierte en obediencia, en “la sumisión de la autoridad legítima. El deber de un soldado es obedecer ya que ésta es la primera obligación y la cualidad más preciada de todo militar”. Es decir, las órdenes no se discuten, se cumplen”. Cito lo anterior, porque parte de lo grave del asunto radica en que los policías que asesinaron y desaparecieron estudiantes cumplieron órdenes al igual que lo alegan los militares implicados en la muerte de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México. La orden y su obediencia responden a una lógica de poder que no incluye a las personas y que ciertamente no está pensada para favorecer a los ciudadanos. Igualmente, culpar o decir que los responsables de la matazón en Guerrero fueron miembros de organizaciones delictivas, nos pone socialmente en un dilema dicotómico peligroso al buscar incluso que las poblaciones se enfrenten entre sí. No olvidemos, que los miembros del crimen son civiles y que civiles también son los que desaparecieron. No quiero pensar que el fin de este atroz suceso es que poblaciones enteras terminen enfrentándose para que posteriormente llegue el “orden” a imponerse. Dentro de una democracia, no es posible que sucedan estos sucesos ni mucho menos que las personas desaparezcan. Considero que las preguntas que tendríamos que exigir que se resuelvan son: ¿por qué desaparecieron? Y sobre todo ¿quién dio la orden de que desaparecieran? Porque tan culpable es quien la ejecuta como quién la cumple. “Las lógicas totalitarias son lógicas binarias que conciben al mundo como dos grandes campos enfrentados: el propio y el ajeno […] La reducción de la realidad a dos grandes esferas pretende finalmente la eliminación de las diversidades y la imposición de una realidad única y total, representada por el núcleo duro del poder, el Estado”. Calveiro, Pilar Poder y desaparición. Los campos de concentración en Argentina. Colihue, Argentina, 2008.

martes, 30 de septiembre de 2014

Del Homo Videns al Homo Media.

Del homo videns al Homo media. Ana Gabriela Rubio Escobar. En días pasados hemos sido testigos del nacimiento de lo que se vislumbra como un gran movimiento estudiantil. Las preguntas obligadas que surgen pueden ser: ¿cómo se logró articular en tan poco tiempo? ¿A qué responde? ¿Es un síntoma de descontento social? Por lo que el objetivo del siguiente texto es aportar a la discusión y dar una opinión acerca del mismo. De acuerdo con Giovanni Sartori, el Homo Videns es lo que surge después del Homo Sapiens. El Homo Sapiens es aquel que denomina Sartori como el individuo que entiende a través de palabras y no de imágenes. Por lo tanto el homo videns es el ciudadano que forma su opinión política por medio de las imágenes y no de las palabras, lo que trae como consecuencia que su juicio político pueda ser fácilmente influenciado o manipulado por los medios de comunicación que se encargan de transmitir la información a través de hechos sin aparente relación. Aterrizando lo anterior a nuestro actual contexto nacional; es claro que hay dos tipos de mexicanos: El Homo Videns y el Homo media. Un ejemplo del primero, es aquél que se rehúsa a poner en tela de juicio todo lo que la televisión le dice. Situación que más que condenable, resulta preocupante y me pone a reflexionar acerca de los canales que existen en nuestro país para obtener información fidedigna. En el otro extremo se encuentra el Homo media, cuya fuente de información se basa principalmente en medios libres de internet, redes sociales y videos. ¿Qué es lo que está sucediendo en México? Si recordamos mayo del 2012, podremos seguir pistas que nos lleven a una fotografía más amplia del momento actual. Hace dos años, en la Universidad Iberoamericana muchos estudiantes de esa casa de Estudios se manifestaron en contra del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto; principalmente por su influencia en los sucesos en San Salvador Atenco que terminaron en una violenta represión cuando él era gobernador. El mismo día, el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –Pedro Joaquín Coldwell- categorizó a los inconformes como: porros, infiltrados y como personas ajenas al estudiantado habitual de la “Ibero”. Lo anterior generó que un grupo de estudiantes de esa universidad, lanzaran un video mostrando 131 credenciales y argumentando que eran estudiantes que no estaban de acuerdo con que el candidato presidencial priísta se presentara en su escuela. La reacción de los estudiantes de las diversas casas de estudio –tanto públicas como privadas- fue de completo apoyo y así se formó el movimiento denominado como #yosoy132. Que logró poner en duda la campaña del puntero (Enrique Peña Nieto) y cuestionó la parcialidad de instituciones y grupos mediáticos en torno al apoyo al candidato tricolor. El #132, se constituyó como una gran movilización de estudiantes que se construyó principalmente a través de redes sociales y logró que muchos tomaran conciencia, a tal punto que estos mismos pusieron el cuerpo en las diversas y multitudinarias manifestaciones que caracterizaron el mes previo a la elección presidencial. Por desgracia el primero de diciembre de 2012, muchos de los adherentes a dicho grupo fueron reprimidos y ello llevó a que el miedo permeara dentro de la juventud, lo que tuvo como resultado la desarticulación de la misma. Ahora en 2014, hace unos días nuevamente la acción juvenil vía redes sociales se manifiesta. Esta vez, impulsada por la bandera que defienden los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional al buscar la derogación del nuevo reglamento interno y del Plan de Estudios de diversas facultades y vocaciones que de acuerdo con ellos, va en contra del espíritu del “Poli”. A partir del jueves de la semana pasada, se han registrado dos grandes movilizaciones y se espera una aún mayor el día martes 30 de septiembre cuando caminen desde el Ángel de la Independencia hasta la Secretaría de Gobernación. Considero entonces, que lo que enardece y hace crecer la inconformidad estudiantil es el cuestionamiento de su condición de estudiantes que se manifiestan. Pues, la directora actual de esa institución –Yoloxochilt Bustamante- argumentó que los que marchaban y tomaban escuelas eran grupos ajenos a la institución y nada tenían que ver con un politécnico promedio (si es que eso existe). Regresando al Homo Videns y al Homo Media, me parece que el Homo Media es el que se informa, protesta virtualmente y de acuerdo con su convencimiento decide salir a la calle y poner el cuerpo. Considero que la diferencia nodal entre el Videns y el Media es que, al tener acceso a tanta información “sin colador” en la red, lo que se genera es un hartazgo tal que darle “like” ya no es suficiente. En cambio, el Videns cuando las noticias lo rebasan apaga el televisor o cambia de canal. La red, es autónoma en muchos sentidos -está vigilada-, pero no deja de ser un espacio donde hay debate. Lo interesante, sería llevar ese debate al ámbito común, al entorno donde se mueven los Homo Videns, para buscar que el espacio público nuevamente este politizado. Por ello, es tan importante lo que está pasando ahora. Cuando se toma conciencia de que es necesario poner el cuerpo para lograr un cambio, tal vez sea el inicio del fin del Homo Videns.

viernes, 29 de agosto de 2014

Organizaciones de la Sociedad Civil

“Se trata de un camino donde uno se construye a sí mismo. Yo encontré que ese camino era común en muchas culturas. Desde la más remota antigüedad, diferentes escuelas enseñaron veladamente la única libertad posible para el hombre: su transformación voluntaria.”
René Rebetez

"Cuando una gran transformación se realiza en la condición humana, trae siempre consigo un cambio gradual en las ideas."
Hippolyte Taine

El hombre a lo largo de su historia ha buscado estar cerca de sus semejantes, ha creado muy diversos modos de organización y convivencia, se ha tropezado con él mismo, se ha confrontado con sus limitaciones sociales autoimpuestas, ha experimentado extremos de la misma cuerda con la que ha tejido sus redes: desde guerras bien organizadas, hasta revoluciones emancipadoras, regímenes autoritarios y sueños de liberación que se saborean como puentes entre seres humanos. No importa de qué forma el hombre decida relacionarse con otros, lo que no puede negar es que, parafraseando a Savater, el hombre sólo es humano entre humanos, se humaniza en sus relaciones con otros.Al paso de los siglos las relaciones humanas se transforman, evolucionan. Los seres humanos necesitamos construir  puentes más fuertes y con cimientos más profundos, puentes que nos acercan al otro, al dolor y la necesidad de alguien que necesita tal vez mis manos, pero sin duda sí, mi voluntad, para hacer crecer un proyecto que nos enaltezca como hombres, puentes hacía la diferencia, hacía la transformación social, puentes que nos permitan cruzar sobre los ríos de la ignorancia y la indiferencia. Es entonces cuando la Sociedad Civil Organizada tiende sus posibilidades y nos permite encontrar caminos, puentes y redes que nos hacen más humanos, más conscientes y activos en la construcción de nuestros propios sueños de transformación social.Abre la puerta a infinitas posibilidades; permitamos convertir nuestros sueños en realidades.¡Bienvenido al mundo de las personas que deciden organizarse para tocar realidades y construir mundo cada día!

P.